POECIM/82*GM
Título normalizado

Regimiento de príncipes

Ejemplares

Caracterización lingüística

En el nivel gráfico, 82*GM presenta varias de las peculiaridades y oscilaciones típicas de los escritos de la época. Además de la conocidísima alternancia entre f- y h- (fazer / hazer), que es copiosa en el incunable, se documentan tendencias antietimológicas acerca del grafema h, bien por su ausencia al comienzo de palabra (ombres) bien por su aparición expletiva, sea interna (prohemio) sea en posición inicial, como en el sustantivo hedad y la forma verbal hera ‘era’. Se registran, asimismo, casos esporádicos de incorporación por ultracorrección de -u- sin valor fonológico entre consonante velar y vocal no palatal (se documentan gualardón y galardón), la simplificación del grupo etimológico -ct- (senetud) y el empleo de -ll- con valor de -l- (once mill), aunque este último es un aspecto frecuente en los demás impresos poéticos del taller de Centenera (POECIM/82IM y POECIM/83*IM), así que la exigua representación de este fenómeno —y quizás de otros— se explica por la escasa extensión del pliego que aquí se analiza. Por el contrario, es muy frecuente el uso del grafema n delante de oclusiva bilabial, bien sorda (/p/) bien sonora (/b/): valgan como ejemplos conplidos, sienpre, hanbres ‘hambrunas’ y onbre.

En el nivel morfosintáctico, 82*GM presenta muestras de configuraciones aún comunes en textos del siglo XV, y que acabarán desapareciendo solo unos siglos después (governalles ‘governarles’, esto es, <infinitivo + pronombre enclítico> con asimilación r > l), al lado de otras estructuras que, en la época en cuestión, están experimentando un reajuste o un retroceso: <determinante + posesivo + sustantivo> (estos mis consejos) o bien, en cuanto a las expresiones de superlación, <adverbio + adjetivo> bien con muy, como en el español moderno (muy exçelentes), bien todavía con mucho (mucho peccadores, mucho bivo), aunque tampoco faltan adjetivos elativos, esto es, el superlativo con sufijación (exçelentíssimos, grandíssimo).

Un rasgo morfológico llamativo y acorde con el origen zamorano del incunable es la formación del plural de sustantivos en -y con -s en lugar del alomorfo -es. De hecho, se trata de un elemento de clara matriz leonesa. En el prólogo que encabeza el Regimiento de príncipes se lee reyes, pero también reys (“es darles buenos reys”), confirmado por un verso del propio poema (“Que los reys justicieros”). 82IM, un impreso poético estampado por Centenera en una fecha muy próxima a la de 82*GM, documenta de manera más copiosa este plural diatópicamente marcado.

Por último, el incunable ofrece ejemplos de la bien conocida competencia semántica entre aver y tener para indicar posesión —que se aprecia tanto en el prólogo como en el poema— y de varios rasgos latinizantes, sobre todo de índole gráfica (escripto, perfectión, sancto), aunque también se documentan otros casos, como el latinismo léxico animalias o la inserción del fragmento «graçia gratis data», que retoma un concepto de filiación bíblica («gratis accepistis, gratis date», Mt. 10: 8).

[Autor: Matteo De Beni] [Cita: De Beni, Matteo (2023), «Caracterización lingüística del pliego poético incunable del Regimiento de príncipes (POECIM/82*GM)», en POECIM: Poesía, Ecdótica e Imprenta, coord. Josep Lluís Martos, Alicante, Universitat d’Alacant].

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